Parte 1 En un artículo reciente de mi blog, titulado ‘’Entre rondas y aquelarres’’, había observado que aquella luminosa observación antropológica de Yuval Noah Harari sobre la imaginación como un don que disparaba el progreso era bifronte. La fantasía paradisíaca y el génesis convocaban siempre su imaginario opuesto: el infierno y el apocalipsis. Esbocé una definición arcaica que parece demandada para estos tiempos bizarros: retorno del balanceo maniqueísta con intensidad renovada, expansión de una religiosidad mítica multitudinaria. Lo que treinta años atrás parecía un vasto amanecer liberal, el final de una minuciosa y esforzada guerra ideológica, con la apertura inevitable de una relajada vacancia histórica en conflictos mayores, había hecho tronar sin aviso otros extravagantes espectros. Sucedía un cataclismo en la subjetividad social, la imprecisa postmodernidad se abría insondable como un océano en el océano. La vaga, pero irrefutable modern...
“ Tal vez la historia no sea más que la diversa entonación de unas pocas metáforas ” La esfera de Pascal, J.L.Borges