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Mostrando las entradas de diciembre, 2018

Fuentes y afluentes de las identidades

     Época paradójica: crecen las pasiones colectivas mientras las identidades se van licuando en las pantallas digitales. Países, culturas y regiones remachan señas identificatorias, exaltan orígenes y ancestros con frenética convicción, pero los sujetos de esta marejada abandonan su intimidad y padecen una perplejidad aluvional. Una especie de zombis, cada vez más ahuecados, se afilian a estas definiciones colectivas que enmascaran el vacío. La carrera hacia el origen, para adueñarse de la historia y los mitos, se ha desatado en escala ecuménica. Es casi una reacción directa a la disolución de identidades personales. Una transformación inevitable: el Yo deriva del Otro y la Otredad se ha fragmentado y cambiado de manera radical. El prójimo de Internet no es el de los templos, los sindicatos o los barrios. Un remolino tecnológico ha disuelto las claves recónditas de la presencia humana. Las infatigables figuras ofrecidas ´por internet no logran dar sustancia a la desolada interiorid

Aventuras y desventuras del populismo

   En uno de sus estudios sobre el peronismo, el investigador Raanan Rein sostuvo, con minuciosa fundamentación biográfica, la existencia de un inevitable soporte del líder más allá del carisma. No se refería a su ideología, su estrategia o certeza política. Dilucidaba con precisión una segunda línea de conducción que la historia no había considerado con detalle. La exagerada creencia en un vínculo directo de Perón y las masas soslayaba la eficiente espalda política de su coalición, a pesar de que le debía el amplio programa social y político que implementaba. El personalismo obstinado de este movimiento sepultó el reconocimiento de esas figuras fundamentales de segunda fila, y la centralidad autoritaria de Perón fijo el límite de su relevancia. La unificación bajo el resplandor del carisma fue también una trampa, impidió la trasmisión fluida del proyecto que encarnaba.    Este análisis del profesor israelí sobre la experiencia populista argentina ilumina el flagrante equivoco de Ern