En un estudio que hoy es menos sorprendente, “La locura y el poder”, Vivian Green intentó unir en un mismo desvarío las perturbaciones de Caligula y los tiranos del siglo XX. La inestabilidad psíquica fue definida por el autor como una enfermedad general, trastorno maldito adosado a la voluntad de poder. Pese a lo reiterado del anatema, cabe diferenciar matices en esa extraña sociedad de los dictadores. Muchos de ellos, como Nerón o Heliogábalo, han quedado marcados por los desafueros de la leyenda antigua, otros, como Juan sin Tierra, por imprevistas legislaciones avanzadas, algunos, como Pedro El Grande o Iván el Terrible, por una voluntad inseparable de la génesis del estado. El cruce de acontecimientos mentales e institucionales complica la discriminación de los ámbitos, es preciso instrumentarla. el emperador que unificó China es el mismo que procuraba la inmortalidad, y construyó un imperio subterráneo de terracota para ejerce...
“ Tal vez la historia no sea más que la diversa entonación de unas pocas metáforas ” La esfera de Pascal, J.L.Borges